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Claves para mantener el resfriado de verano bajo control

No hay mejor defensa que un buen ataque. ¡Pon los gérmenes a raya!

Los meses de julio y agosto son para disfrutar del buen tiempo, de las vacaciones y de todo tipo de actividades al aire libre.

Sin embargo, hay que recordar también que el resfriado de verano es una realidad, y si no queremos que nos pille por sorpresa, debemos tomar medidas para garantizar el bienestar de nuestros peques. Si quieres armas, ¡aquí van algunas claves para tenerlo todo bajo control!

¿Por qué existe también el resfriado de verano?

Quizás te parezca una contradicción, pero lo cierto es que los resfriados no se presentan porque las temperaturas sean bajas o pasemos frío. Además de considerar que pueden deberse a bacterias o a virus, el motivo principal es que estos pillan al organismo por sorpresa y no le da tiempo a defenderse. Y es que en situaciones normales, y siempre y cuando gocemos de buena salud, nuestro cuerpo es capaz de defenderse por sí mismo. De lo contrario enfermaríamos con mucha más frecuencia.

Pero volviendo al resfriado de verano, ¿cómo puedes evitar que toque a tu puerta en estas vacaciones o que, si lo hace, se vaya con las menores molestias?

Higiene, la mejor protección ante un resfriado de verano

Lo que tienen las actividades fuera de casa es que estamos en contacto con más gente y más superficies. Aunque por suerte, el riesgo es menor que cuando estamos en interior, en invierno y en espacios cerrados; en esta época, los gérmenes y los virus frecuentemente llegan debido a la falta de lavado de las manos. Es aconsejable lavarse las manos con agua y jabón con frecuencia.

Alimentación saludable para un sistema inmunológico fuerte

Además de tener vacaciones, otra ventaja del verano es que los supermercados se vuelven multicolor con la variedad de frutas y verduras. A mayor colorido, mayor variedad de vitaminas y otros nutrientes que ayudan a nuestros peques a protegerse. En lugar de optar por zumos procesados y productos similares, apuesta directamente por la fruta fresca o haz helados con ella. ¡Hacerlos también puede ser una actividad entretenida para esta época!

Mantén la hidratación en todo momento

Las frutas no solo cuentan con multitud de vitaminas, sino que también son la forma más práctica de que los peques se hidraten en verano sin tener que optar por refrescos. Si les gusta el agua, excelente, pero si tienes que ir detrás con la botella en la mano, esta es una buena alternativa. La hidratación es clave para que el organismo funcione mejor.

Protección solar para no debilitarnos

La exposición prolongada al sol no solo daña la piel, sino que también puede debilitar el sistema inmunológico de los peques, haciendo que sean más propensos a un resfriado de verano. Es fundamental proteger su piel de los rayos UV con una protección solar elevada. Aplícalo en todas las zonas expuestas antes de la exposición.

Descanso para toda la familia

El calor agota, y aunque los menores tengan energía para dar y regalar, también necesitan recargar las pilas. No hacerlo supone un esfuerzo extra del organismo, lo que puede contribuir a que sean más vulnerables al temido resfriado de verano. Lo mejor de todo es que su descanso, durante una hora, también será el tuyo.

Evitar cambios bruscos de temperatura para prevenir un resfriado de verano

Los cambios bruscos de temperatura son una de las principales causas de los resfriados, tanto en verano como en invierno. Para ello, recuerda llevar algo de abrigo si vais a visitar lugares con aire acondicionado, como un centro comercial, o si pasaréis la tarde cerca de la costa, ya que la brisa del mar hace que la temperatura descienda al caer el sol casi sin avisar.

Diversión y actividad física

El verano es la época perfecta para disfrutar del ejercicio al aire libre. No solo la actividad física es fundamental para la salud, sino que estar en contacto con la naturaleza multiplica los beneficios. Así, el ejercicio regular fortalece el sistema inmunológico y ayuda a prevenir los resfriados.

Piruletas en el bolsillo

Y si quieres un remedio natural que encantará a tus peques y que es eficaz para proteger su sistema inmunológico, ¡apuesta por las piruletas Inmunochup! Con própolis, miel y ácido hialurónico, reforzados con vitamina E y B6, con los que fortalecerás su sistema inmunitario y el resfriado esperará a otra estación para aparecer. ¡Y saben a frutas del bosque!

Puedes consultar desde nuestra web cómo conseguirlas, y empezar a proteger a tus peques de la forma más fácil.