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Recuperar los estudios siendo madre: sí se puede

No tenemos que ser guerreras ni heroínas, basta con encontrar tiempo y ganas para hacer aquello que nos gusta sin tener que renunciar a cuidar de nuestros peques.

La maternidad es una experiencia increíblemente gratificante que nos hace descubrir una capacidad de amar de la que ni siquiera éramos conscientes.

Pero, como todo, también tiene su cara menos positiva, y es que además de venir cargada de miedos y frustraciones, consume una enorme cantidad de tiempo y energía. Hoy queremos hablar de un tema más común de lo que parece, y es el hecho de querer estudiar siendo madre. Aunque no vamos a negar que es complejo, te traemos una bocanada de aire fresco y esperanza, para que sepas que sí puede ser posible.

La conciliación personal y profesional en nuestro país

En España, la conciliación familiar sigue siendo una de las asignaturas pendientes. Las bajas de maternidad se consideran muy cortas, la corresponsabilidad en el hogar es insuficiente, y faltan ayudas e incentivos económicos.

Esta sobrecarga en los cuidados no solo hace que terminemos poniéndonos en la cola de las prioridades, sino que además renunciamos a diferentes proyectos, como pueden ser la carrera profesional, la vida social, el emprendimiento o, en este caso, los estudios.

Por suerte, hay algunas medidas que se pueden tomar para facilitar el estudiar siendo madre. Pero también es cierto que habrá familias en las que quizás no sea viable hasta que los peques alcancen una edad. En cualquier caso, confiamos en que estos consejos te sean útiles y te ayuden a recordar que tus proyectos y ambiciones son tan importantes como atender a la familia.

Organiza tu tiempo

Sabemos que puede sonar a chiste, pero tener una excelente planificación del día es lo que te ayudará a tener tiempo disponible para ti. Por supuesto, siempre suele implicar renunciar a algo, ya sea otra actividad a la que ibas, o tener que invertir más dinero en que la actividad extraescolar la realicen los peques para que tú ganes ese tiempo a solas. Si no trabajas, las mañanas serán tus grandes aliadas; si lo haces, tendrás que buscar la organización que mejor funcione para ti. ¡Pero cuidado con reducir tus horas de descanso para poder estudiar!

Estudiar siendo madre: pide ayuda a otras personas

Lo ideal para estudiar siendo madre es que cuentes con un círculo de apoyo. Puede ser tu familia, la de tu pareja, tus amistades, otras familias del cole, el vecindario… No se trata de pasarle la responsabilidad a otra persona, pero sí de dar a conocer tu intención de recuperar los estudios y poder ganar algo de tiempo extra algunos días.

Apuesta por la educación flexible

Internet nos ha permitido trabajar y estudiar a distancia. Si bien relacionarnos con otras personas tiene aspectos muy positivos, también ofrece ventajas como el hecho de no tener que desplazarte de casa. No solo te ahorras los viajes y su coste, sino que podrás supervisar a los peques mientras haces otras cosas. Además de a distancia, busca centros o escuelas que te dejen avanzar a tu ritmo.

Establece metas realistas

Aunque estudiar siendo madre es posible, no está exento de dificultades. Si no, ¡no estaríamos dando consejos sobre ello! Por este motivo, es fundamental que te mentalices de que lo más probable es que tardes más que alguien que no tiene ninguna responsabilidad. Es normal y está bien así. De lo que se trata es de que tomes conciencia de ello, para que evites las frustraciones a lo largo del camino por poner expectativas demasiado altas. ¡Ya lo estás haciendo genial por intentarlo!

Cuidarse y desconectar, la clave para estudiar siendo madre

Apostar por estudiar algo que te apasione te ayudará a que te resulte más fácil sacar el tiempo o la energía en aquellos momentos en los que el cansancio te puede. Pero, también, debes recordar que si un día no se puede, no se puede. Somos personas, y no robots, y como hemos dicho en alguna ocasión, el disfraz de madre perfecta no existe. Es importante que mantengas tus ratos libres para disfrutar sin responsabilidades o para descansar, si es lo que el cuerpo y la mente te piden.

Y para cuando las fuerzas flaqueen, ¡recuerda cuál era tu objetivo inicial! Además, no dudes en encontrar a otras mujeres en una situación similar para que os animéis mutuamente. ¡La unión hace la fuerza!