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La miel y la tos: un remedio que funciona

¡Que nunca falten los remedios de la abuela en casa!

Hay dos razones principales por las que nuestra salud puede resentirse sin previo aviso.

La primera son los cambios de temperatura bruscos, como sucede al pasar de una estación a otra; y la segunda es tener peques en casa, ya que su sistema inmune aún no se ha fortalecido y son vulnerables ante cualquier virus. Si las vías respiratorias de tus peques ya no pueden más, te interesa conocer la relación entre la miel y la tos; una combinación muy eficaz para calmar a esta molesta visitante.

La miel y la tos: ¿un remedio efectivo?

Como dice el refrán, «Más sabe el diablo por viejo que por diablo«. Y es que, aunque los remedios de la abuela parezcan más una cuestión de fe que hábitos que realmente funcionan, en más ocasiones de las que creemos sí que tienen efecto. El caso de la miel y la tos es un claro ejemplo de ello, porque como veremos más adelante, no se trata únicamente de un consejo, sino que la propia evidencia científica avala que este alimento natural -y que por suerte tan bien nos sabe- sí que produce un alivio.

No obstante, todo va a depender del origen de la tos que tengáis en casa. Si hablamos de los típicos resfriados que se suceden uno tras otro en bucle y que afectan a profesorado, alumnado y familias al completo, este remedio sí que te servirá. Pero si se trata de una tos persistente que se alarga durante muchas semanas, lo mejor que podemos recomendarte es que visites a un profesional.

¿Cómo funciona la miel para la tos?

El motivo por el que la miel es capaz de aliviar la tos se debe a que posee propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. ¿Y esto qué significa? Pues que si está provocada por algún tipo de germen y/o porque tu garganta ya está inflamada de tanto toser, la miel contribuirá tanto a limpiar como a desinflamar.

Primero, con su textura viscosa puede revestir la garganta y calmar la irritación que causa la tos. Además, al reducir la inflamación en esta, alivia la tos y reduce el dolor. Por último, algunos expertos creen que la miel puede ayudar a estimular el sistema inmunológico y combatir la infección que causa la tos. Es decir, que tiene un efecto antibiótico.

¿Qué dice la evidencia científica?

Aunque muchos estudios han investigado el uso de la miel para la tos, los resultados han sido mixtos. Hay quienes aseguran que la miel puede ser efectiva para reducir la tos en adultos y menores, mientras que otros no la consideran un remedio milagroso. Sin embargo, ya sabíamos que los milagros no existen, pero sí los productos naturales que pueden calmar síntomas tan molestos como una tos constante.

Por este motivo, sí que nos vale lo que se ha demostrado sobre la miel y la tos. Por ejemplo, un estudio en el Journal of Alternative and Complementary Medicine encontró que la miel era más efectiva que un placebo para reducir la frecuencia y la gravedad de la tos en los peques con infecciones respiratorias. En otro, se indicaba que el dulce de las abejas era más eficaz para reducir la tos nocturna que el dextrometorfano, un medicamento común para tratarla.

Las contraindicaciones y recomendaciones se deben sobre todo al uso en los bebés menores de un año, por el riesgo de botulismo infantil; una enfermedad rara que se origina por una bacteria que suele estar en los productos envasados que tenemos en casa y que fermentan.

¿Cómo tomar la miel en casa?

Ahora que ya tienes un poco de teoría que defiende el uso de la miel, vamos con un poco de práctica. Para ello, te dejamos algunas opciones sencillas para consumirla en casa.

Agua caliente y limón

La miel se suele consumir añadiéndola a un té, pero si se la quieres dar a tus peques, puedes usar una alternativa tan simple como agua caliente con un chorrito de limón y un poco de miel. O bien, buscar tés que no tengan teína, como el de rooibos. Es casi seguro que ninguna de las dos opciones les encantará, pero todo es probar.

Cúrcuma y jengibre

Si quieres potenciar los efectos calmantes, apuesta también por la cúrcuma y el jengibre, dos excelentes antiinflamatorios. La primera tiene un sabor más suave, mientras que el segundo resulta picante.

Piruletas con miel

Y si no te quieres complicar ni tener batallas intentando que los peques se tomen los remedios, tienes la opción de apostar por piruletas que contienen miel, además de otros ingredientes eficaces para suavizar la garganta, como la Altea y la Hedera Hélix. Se llaman Tosichup y son completamente naturales. Además, les encantará porque saben a cola.

Puedes encontrarlas tanto en farmacias como en parafarmacias. Y si no tienes claro dónde ir, ¡en la web de Pharmachups tienes un buscador de farmacias!