¿Verdad? Y es que, cuando se trata de vacaciones en familia, esa idea de descanso que teníamos en mente se va difuminando dramáticamente a medida que pasan los días.
Retrasos e imprevistos que desesperan a los peques, atención constante las 24 horas y días que cada vez parecen más cortos porque, literalmente, no te da tiempo a nada. Logras desconectar, sí -¡menos mal!-, pero una vez terminadas las vacaciones, tu cuerpo te pide a gritos un extra para poder recuperarte del agotamiento físico. Pero, ¿sabías que no tiene por qué ser siempre así?
De eso te hablamos hoy, que te damos cinco ideas para que tu escapada de verano sea tan relajante como te gustaría. ¡Despídete de tener que aferrarte únicamente a tu paciencia! Basta con apostar por una organización diferente desde antes de salir. ¡Esperamos que os sirva!
Este es el primer punto si quieres unas vacaciones en familia medianamente tranquilas. Como sucede incluso si viajáis sin compañía, tener todo organizado reducirá las complicaciones de cada día cuando estemos en destino. Requiere una faena previa, pero merece la pena.
Para ello, debéis pensar qué os apetece, o qué es lo mejor en función de vuestras preferencias y de la edad que tengan los peques. Si son muy pequeños, las excursiones serán más cortas, pero podréis llevarlos a cualquier sitio. A medida que crecen, las posibilidades en los planes se amplían, pero el tipo de actividades deberán ser en función de sus gustos. En definitiva, crea itinerarios flexibles y bien estructurados; es mejor hacer menos y disfrutar, que querer hacer mucho y frustrarse por no llegar.
Cualquier destino puede ser adaptable, pero hay lugares para viajar con niños que son más idóneos… Y casi una bendición. Te puedes hacer una idea: parques temáticos, museos interactivos, playas con servicios infantiles, etc.
En lo que respecta a los alojamientos, sucede igual. Antes de dejarte llevar por las imágenes tan prometedoras, consulta los servicios de cada uno y decántate por aquellos que tengan actividades de entretenimiento para ellos, piscinas infantiles, zona de juegos o hasta servicio de cuidado. Aunque sean vacaciones en familia, está bien que tengas tiempo disponible solo para ti o tu pareja. ¡Y seguro que ellos también se lo pasarán en grande! Ya lo sabes, ¡esto es un win-win en toda regla!
Tal vez este año no podáis viajar. Tal vez, por múltiples circunstancias, ni siquiera vayáis a tener planes extraordinarios y, ¿sabes qué? No pasa NADA. Las vacaciones en familia, o del tipo que sean, son para descansar, al fin y al cabo, lo que importa es el tiempo que paséis juntos y no tanto lo que hagáis.
Lo que los peques necesitan es mucha estimulación, y de diferentes fuentes, porque ya sabes que van perdiendo interés con rapidez. Sin embargo, eso no significa que tengamos que desvivirnos día y noche para entretenerlos. Todo en su justa medida. Ellos también necesitan descanso y dormir una siesta juntos, una tarde de películas en el sofá o dar paseos tranquilos por el parque son actividades que ellos disfrutarán y que a ti te relajarán.
Si tienes la costumbre de encargarte de todo porque tiendes al control, o porque temes o sabes que si tú no lo haces, nadie lo hará, ha llegado el momento de cambiar el método. Si viajas sola, no tienes alternativa, pero si estás en pareja, debéis dividiros las tareas y compartir responsabilidades con los peques. Esto incluye desde la organización de las vacaciones, hasta lo que hagáis en el día a día.
De este modo, tendrás momentos para ti y podrás aprovechar para relajarte haciendo lo que más te apetezca. Además de los servicios en los alojamientos que mencionamos, también puedes buscar actividades supervisadas para parte del día, ya sea durante el viaje o por donde viváis.
Aunque las vacaciones en familia se centran en los peques, no olvides que también son las tuyas. Investiga sobre actividades para adultos allá donde te encuentres, como spas, excursiones relajantes o alguna otra propuesta que tengas en mente desde hace tiempo. Dedica al menos una parte de tus vacaciones a este tipo de ocio, y así podrás despejar tu mente y recargar las pilas. Además, considera la posibilidad de contratar un servicio de canguro por horas. Y no, ¡no eres una mala madre por ello!
Esperamos que estas ideas te resulten provechosas y disfrutes, esta vez sí, de unas vacaciones en familia, con un poco de todo. Pero, sobre todo, de unos días sin horarios en los que por fin puedas reencontrarte contigo misma.