Levantarse más tarde, saltarse un poco la rutina del resto del año, actividades al aire libre y, sobre todo, descanso, porque los peques no tienen responsabilidades con las que cumplir y se pasan el día jugando. Todo bien, hasta que una tos y unos estornudos os vuelven a sorprender, y vuelta a limitar las salidas y a cuidarse en casa. Por suerte, hay formas de evitar los resfriados veraniegos, y hoy venimos cargadas de consejos para que empieces desde ya a ponerlos en práctica. ¡Este año no pasará!
Es inevitable relacionar los resfriados con el invierno y las temperaturas frías o las corrientes de aire. Así que es probable que te preguntes por qué hacen acto de presencia también en los meses de calor.
Para entenderlo, solo hay que remitirse a las causas, y es que suele tratarse de los virus que están en el ambiente y a los que nos exponemos. Cuando los cogemos y se desarrolla una enfermedad, suele ser porque nuestro sistema inmune se debilita o lo pillan por sorpresa.
¿Y cuándo pasa esto? Lo habitual es que se deba a los cambios de temperatura. Seguro que entrando en alguna tienda o transporte público y dentro te ha sorprendido el frío, para luego golpearte el calor al volver al exterior.
En función de cómo nos encontremos, puede quedarse en nada o complicarse y derivar en una infección. Y ahí es cuando habrá que usar antibióticos y mucho reposo. Pero, como te decíamos, hay medidas que se pueden tomar y que minimizan considerablemente el riesgo. Si quieres evitar los resfriados veraniegos, allá vamos con nuestros consejos.
Beber agua es fundamental para que el organismo funcione correctamente. Si, además, pasamos más tiempo fuera y los peques no paran de jugar, correr y saltar, mayor tendrá que ser la ingesta de líquidos.
El problema es que en esta época los helados se convierten en la gran tentación para toda la familia, y si nos excedemos con las cosas tan frías, estamos cayendo en los cambios drásticos de temperatura. Por tanto, agua y cosas fresquitas sí, pero sin pasarnos. Y si quieres facilitar la hidratación, apuesta por frutas con mucho color y que sean dulces, como la sandía. ¡No podrán resistirse!
Si hace mucho calor, estáis tomando el sol o realizando alguna actividad que os haga sudar e incrementar la temperatura, es muy probable que queráis meteros en seguida en el agua para refrescaros. ¡Cuidado! Porque lo mismo que pasa por dentro, pasa por fuera. Hay que entrar gradualmente para que el cuerpo se vaya aclimatando y, de este modo, evitar las sorpresas al regresar a casa.
Las manos son una de las principales vías de infección, por no decir la primera. Dado que están en continuo contacto con todo tipo de objetos y superficies, están llenas de bacterias, hongos y todo tipo de gérmenes invisibles a nuestros ojos. Es una suerte no verlos, pero esto facilita que nos olvidemos de la higiene y acaben más sucias de lo que deberían.
Para evitar los resfriados veraniegos con las manos como causantes, mantén el hábito de lavarlas con agua y jabón con relativa frecuencia. ¡No cuesta nada, pero puede marcar una gran diferencia!
Cuando el ambiente se reseca en exceso, podemos notarlo en las vías respiratorias, en particular quienes padecen problemas de asma o alergias. Si en casa alguien tiene este perfil, es hora de apostar por humidificadores para que la humedad se mantenga entre el 30% y el 50%.
Como ya mencionamos, lo más eficaz para evitar los resfriados veraniegos, y los invernales, es fortalecer el sistema inmunitario. Para ello, hay que apostar por la alimentación saludable, que son las frutas, las verduras y las legumbres, como probablemente ya sabes.
Lo que también sabrás es que no siempre es fácil con los peques; por eso, en Pharmachups ofrecemos las piruletas Inmunochup con própolis, miel y ácido hialurónico, y sabor a frutas del bosque que tienen como finalidad reforzar las defensas. Es tan simple como meterlas en el bolso o en sus mochilas, y dejar que disfruten a la vez que cuidamos su salud.
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