La decoración infantil de Halloween es sagrada y cuanto más creepy, mejor. Además es la excusa perfecta para tener a los peques entretenidos los días previos a la fiesta. Dibujar murciélagos y fantasmas o preparar juntos las tradicionales calabazas os asegurará unas cuantas tardes distraídas. Otra forma económica y muy vistosa de decorar la casa es con telarañas de mentira y velas. Pero para evitar sustos, y más teniendo la casa llena de peques, lo mejor es utilizar velas de mentira, de las que funcionan a pilas.
En Estados Unidos es muy típico que los peques salgan a la calle disfrazados y piquen las puertas de las casas vecinas en busca de truco o trato. Si bien aquí la tradición no está tan arraigada, siempre puedes optar por el mejor truco de todos: hacer un trato con tus vecinos. Tan fácil como llevarles a tus vecinos los dulces que quieres que les den a tus peques cuando estos les llamen a la puerta a una hora previamente acordada. Lo mejor es pactar con varios vecinos de la escalera para asegurar una ruta distraída con todo el mundo contento.
Además de poner música al gusto de los invitados, hay otra cosa que no falla en una tarde/noche terrorífica: la hora de la película. Esa maravillosa hora en la que se relajan un poco después de tantos sustos y tanto azúcar y por fin puedes respirar un rato. Pero ojo, no vale cualquier película y escoger puede conllevar largas noches de insomnio debido a las pesadillas de tus peques. Nosotras recomendamos tirar de clásicos como “Pesadilla antes de Navidad” que, al ser animada, siempre le quita hierro al asunto y, además, tiene un bonito final. Y así es como obtenemos la mejor actividad infantil de Halloween.
Además de las dosis descontroladas de azúcar porque un día es un día, te recomendamos hacer snacks sanos con toques creativos halloweenianos. Para ello va muy bien perderse un rato por Pinterest en busca de una receta fácil de Halloween. Lo que sí te aconsejamos es que la comida salga en escena antes que la ruta en busca de gominolas con el truco o trato. De esta manera controlarás que los peques coman sano antes y no tengan tanta hambre para los dulces recaudados.
Y ya solo queda decidir la hora de acostarse. Tras una tarde/noche de gritos, sustos, caramelos y película de miedo no debería ser difícil que te cayeran rendidos en la cama solitos. Por eso te recomendamos alargar el toque de queda habitual y dejar que se cansen al máximo para luego dormir del tirón. Total, es solo un día al año (por suerte). Y, como truco extra, recuerda que si al día siguiente amanecen con irritación de garganta de tanto gritar, siempre es bueno tener a mano Pharmachups Farinchup, para aliviarles la garganta con ingredientes de origen natural de manera divertida
