El calor del verano nos prepara el cuerpo para los shorts y las vacaciones, y el fresco del otoño nos devuelve la rutina con la vuelta al cole de los peques. Si hay una actividad que ambas temporadas comparten es el cambio de armario; una ocasión única para revisar lo que ya no les sirve y hacer hueco a lo nuevo, pero también una batalla campal en la que es probable que no tengas claro si conseguirás tu objetivo. Para ayudarte a lograrlo, y que el armario acabe mejor de lo que estaba, ¡aquí te dejamos algunos consejos útiles!
Lo primordial para un cambio de armario con éxito es la organización y tomarse las cosas con calma. De ahí que comenzáramos diciéndote eso de que «Hasta el 40 de mayo…», nada.
Sin embargo, como estamos notando en cada rincón del país, las estaciones ya no parecen tener el orden de antaño, y hay semanas en las que ya es difícil saber qué época del año es. Por este motivo, las indicaciones generales que te dejamos son válidas, pero en lo que respecta al mejor momento para comenzar esta hazaña, habrá que ir adaptándose a la previsión del tiempo.
El cambio de armario en tu cabeza puede equivaler a vaciarlo de una vez y volver a llenarlo con la ropa que ahora tienes guardada en cajas. ¡Pero no tiene por qué ser siempre así! Si quieres ahorrarte tantos quebraderos de cabeza como personas en tu familia, presta atención a tu ropa durante todo el año.
Si ese jersey que tanto te pones ya no aguantará otro año más, o bien puedes extender su vida útil pasándolo a la sección de la irrompible ropa de estar por casa… O bien lo jubilas. Y ese pantalón que siempre cuelgas, pero que sabes que no te volverás a poner, no tiene que esperar al cambio de temporada. Con la ropa de los peques pasa lo mismo: todo lo que se les vaya quedando pequeño o se estropee en exceso, ve separándolo. ¡Ya verás cuánto trabajo te quitas!
Y ya que hemos mencionado esas prendas que llevan congeladas en tu armario meses, o quizás años, es hora de tomar decisiones serias al respecto. Si dependen de una dieta, de ponerse en forma, de la ocasión especial o de sentir que favorecen, no hay tiempo que esperar.
Un truco para que sea una decisión objetiva y que puedas ir viendo de cuántas prendas se trata, es colocar todas las perchas del armario del revés e ir colocando del derecho aquellas con la ropa que vas usando. Cuando toque cambiar la ropa de la temporada, ya sabrás qué no usaste nunca.
Si no sabes por dónde comenzar, sigue un orden. De este modo, si no terminas, dejarás secciones hechas. Por ejemplo, empieza con las chaquetas, luego los pantalones, las faldas, etc. Y deja para el final prendas atemporales como las camisetas. Estas pueden, incluso, ir colocadas en una zona separada del armario, puesto que puedes usarlas todos los meses del año.
Cuando vayas metiendo la ropa de temporada, agrúpala por estilo o por colores. Por ejemplo, prendas de salir; ropa para el día a día, para la escuela; ropa deportiva, etc. Tú mejor que nadie sabes cómo vestís.
Sobre todo, si alguien padece alguna alergia en casa, es conveniente aprovechar para lavar las prendas con el cambio de armario. Lo ideal es hacerlo con la ropa guardada que sacamos para la nueva temporada que comienza. De esta manera, si se ha acumulado polvo, nos libraremos de ello, y estará fresca y lista para su uso.
Y terminamos estos consejos con ánimo, mucho ánimo. Si en lugar de un día, tardas una semana, está bien. Si no tienes claro qué hacer con algunas prendas, dales un tiempo de reflexión. Y si quieres ir agilizando desde esta temporada el siguiente cambio, hazte con etiquetas y guarda lo que ahora no sirve bien clasificado. Así, este proceso será mucho más fácil la próxima vez.
Desde Pharmachups esperamos que estos consejos te sean útiles, y puedas cambiar el armario sin una pizca de estrés.