Ok, sabemos que con esto no te estamos descubriendo la sopa de ajo, pero teníamos que dejarlo claro desde un inicio. La Navidad, cuando hay un divorcio con hijos de por medio, solo puede salir bien si los padres se comunican y se organizan con tiempo. Esta es la clave para que los niños no se resientan y tengan unas fiestas con los valores, la magia y la ilusión de siempre.
Porque sí: una cosa es que se haya terminado la relación de pareja, pero seguís siendo una familia y, si hay una fiesta familiar por excelencia, esta es la Navidad.
Ojo, también es cierto que hay ex parejas que se llevan de maravilla y deciden seguir celebrando la Navidad todos juntos, pero sabemos que esto no es lo habitual, así que vamos a darte algunos tips para capear el posible temporal en caso de celebrar las fiestas por separado y tener que repartirse las vacaciones de los peques.
Empieza a negociar desde ya los días que le tocan a cada uno, que luego todo serán prisas y malos entendidos. Hablad con tiempo y plantearos varios escenarios posibles teniendo en cuenta cómo soléis celebrar las fiestas en cada casa. Con un poco de suerte unos serán más de Noche Buena y otros de Noche Vieja.
Antes de discutir, recuerda que lo importante en todo divorcio con hijos es que los peques disfruten de las fiestas y, no solo con tu ex pareja, sino también con su respectiva familia (abuelos, tíos, primos…). Así que aunque a ti te toque perderte el 25 (por ejemplo), piensa que los niños lo van a disfrutar y luego tendrán otro día especial en tu casa: ¡será por días señalados durante las fiestas!
Antes de dar una negativa a tu ex puedes hablar con tu familia y ver la posibilidad de ajustar las reuniones familiares según tu nuevo calendario. Al final, los que más te quieren son los que están siempre más dispuestos a ayudarte y son capaces, incluso, de celebrar la misma fiesta dos días seguidos como si nada si hiciera falta (guiño, guiño).
No vamos a entrar en los motivos de la separación, pero de cara a los niños es bueno que la relación entre vosotros sea (al menos) cordial. Si os lleváis bien, una muy buena idea es hacer alguna videollamada en los momentos importantes (como la apertura de algún regalo especial o durante la realización de alguna tradición: las uvas, la cabalgata, etc). De esta manera, aunque no estéis en el mismo lugar, los peques entienden que ambos formáis parte de sus vidas en los momentos más importantes.
Sabemos que un divorcio con hijos es difícil, pero intentad no compensar lo que creéis falta de “amor” con regalos. Dos casas no debería suponer el doble de regalos. Esto no es una competición para ver con cuál de los dos prefieren estar y, si así fuera, no sería bueno que dependiera de las cosas materiales, así que hablad de los regalos y repartiros la ilusión entre vosotros y los demás familiares.
Y si, con todo esto, todavía cuesta llegar a un acuerdo: pensad que también podéis negociar teniendo en cuenta el año que viene e ir alternando los festivos que le tocan a cada uno según sea año par o impar.
Desde Pharmachups, ya solo nos queda desearos unas muy felices fiestas a todos y, claro está: ¡mucha suerte con la negociación!